Quiero y quiero yo. Y no ellos.
Quiero volver. Pero volver a sentir. Quiero volver a pelear por aquello que
tanto deseo y jugarme la vida por ti.
Quiero abrir los ojos y mirar hacia delante porque no hay más imposible que no
verse a uno mismo. Ponerle punto y final quiero. Y comenzar página blanca con
lápiz en mano. Y no quiero saltarme ningún detalle de mi nuevo libro, ni uno solo,
quiero coleccionar segundos. Esto será para mí, para nadie más, ahora me toca a
mí decidir, porque hacía tiempo que no entraba tanta luz, hacía tiempo que las
risas no callaban, por eso esta es mi vida, es mía y de nadie más. Yo decido
cuándo y dónde. Así que comenzaré hoy con un bonito comienzo.
Ya está... Sucedió. Sin previo
aviso.
Encontrarte en una de las
esquinas más congestionadas de mi ciudad, cruzar miradas y ni imaginarme que
serías tú, que serías el hombre que rompiera mis esquemas. En ese mismo
instante entendí que yo no decido ni cuándo ni dónde porque esa tarde de verano
apareciste sin avisar y una parte de mí reaccionó y dijo: ¡A la mierda todo! Te
agarraré y no te soltaré. Y me arriesgué. Pero ahora es cuando digo; ¡Qué bonito
es saber de ti amor! Ya me buscaste y me encontraste. Así que ahora cierro los
ojos y digo; ¡Qué bonito es entender de amor!
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Hoy me he despertado
con ganas de comerme el mundo, he decidido que ya es hora de renovarme. Salir
ahí fuera y vivir. Comienzo a olvidar. Ya es hora de dejar de llorar por
historias pasajeras, por amores imposibles. Ahora toca volver a sentir y volver
a reír, porque recordad que las grandes cosas llegan cuando menos te lo
esperas, y quién me iba a decir a mí que encontraría a mi más bonita casualidad
en la esquina más congestionada de mi ciudad. Así que vamos, no te quedes ahí,
sal, ríe y sobre todo, AMA.
Por viva el
amor, por viva la ilusión, por viva la vida, por eso y mucho más he elegido
esta conversación entre Sara y Lucas (LHDP). Claras palabras de amor
condicionado.
“Sara:... ¿Sabes? Ya sé porque te
quiero.
Te quiero porque eres casa. Da igual lo que pase ahí, da igual, porque
juntos somos casa y nada está en paz. Vienes aquí y te duermes en mis brazos y
yo me quedo toda la noche mirándote porque eres lo más bonito que puedo hacer.
Tú eres mi casa y yo soy tu casa. Te quiero."
"Lucas:.. ¿Sabes? Yo también sé
porque te quiero.
Porque haces las cosas fáciles, porque si tuviera que elegir un sitio
para vivir seria tu cuarto. Porque debajo de tu cama el mundo es tan pequeño que
parece que no puede pasar nada más. Y a mí no me hace falta nada más si estoy
contigo. Te quiero.”
Lucas y Sara, LHDP
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