Un círculo sin salida

Yo vengo de experiencia, la verdad es que yo no voy, yo ya estoy de vuelta. Tengo moratones y arañazos que tienen vida, que tienen historias increíbles pero realmente aterradoras. Historias que tienen nombre, fecha, lugar y que están marcadas en mi cuerpo. Cada vez hay más de esas malditas marcas y permanecen para recordarme siempre, quien era, quien soy y quien no quiero ser. Están para recordarme lo mal que lo hice, el mal que me hicieron y el mal que me está haciendo.

Malditas historias marcadas y malditos los recuerdos que no me dejan volar y dejarme llevar. Dejarme llevar sin pensar en futuras consecuencias sin pensar que de vuelta me viene una hostia tremenda. Una hostia tan grande que se vuelve a marcar para, maldita sea, para volverme a recordar que ¡no!, que esto duele, que esto te hunde y no puedo seguir haciéndolo.

Que la hostia es tan grande que al hundirme hundo a mi alrededor porque no son capaces de ayudarme, no porque no quieran, sino porque no pueden. Y cuando finalmente me recupero, me doy cuenta que estoy metida en otra historia con esperanzas absurdas que acabarán con una paliza llena de golpes.

Es demasiado tarde estoy metida en un círculo sin salida donde la única muerta de esta guerra soy yo, la guerra entre el corazón y la mente.

Por ese miedo a acabar sin fuerzas hecha polvo y con el cuerpo destrozado de tanto golpe. Por eso no quiero. No. No quiero dejarme llevar.

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Buenas tardes, esta es mi primera publicación espero que os haya gustado, la verdad es que estaba un poco nerviosa a la hora de publicarlo, ya que es el primer escrito que muestro en público. Espero causar buenas sensaciones. 

Como veis la estructura que voy a seguir siempre será la misma: primero, introduciré el texto escrito por mí,  después, haré una explicación sobre ello, y para finalizar, os mostraré la frase que elegiré para cada publicación, un poquito acorde con el tema que he tratado.

Estoy segura que todos estaréis pensando que para ser la primera publicación que hago es un poco fuerte. La verdad que sí, pero es que cuando comienzo a escribir no me doy cuenta de lo que escribo hasta que levanto mis dedos del teclado y me pongo a leerlo atentamente.Me meto tan de lleno dentro de mi que no soy consciente. Pero como comenté en la primera publicación, escribo lo que siento en el momento. 

Y me imagino que habréis entendido perfectamente de lo que hablo. El amor. Ese amor que te ha hecho hacer locuras, ese amor que te ha hecho subirte a montañas, pero es ese amor en el que al alcanzar la cima, caes de lleno al acantilado. Cuando he escrito este texto, la rabia me ha comido por dentro, esa rabia de chocarme con la realidad y de echar la toalla, de decir que no quiero dejarme llevar... ¿De que sirve dejarse llevar? 

Estoy segura que habréis estado en esta situación, al igual que yo. Pero como siempre digo, todo tiene su parte buena y parte mala, y los asuntos del amor no van a ser menos. 

Para finalizar, hoy he decidido publicar esta frase que pertenece a una amiga mía y que plasma la rabia que tuve a la hora de escribir este escrito. Espero que os haya gustado, y hasta la próxima. 

" Dónde estabas tú cuando pensé suicidarme, cuando me molestaba hasta el aire, cuando no me llenaba nada ni nadie, dónde hijo de puta".

Laura Diz

La inusual Mapema